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Las historietas Bonelli han tenido siempre, en Francia, un éxito discreto. Zagor, por ejemplo, ha sido publicado durante muchos años por un editor de Lyon, aunque en un formato distinto al italiano. En Francia, por otra parte, el público está acostumbrado al gran formato, con tapa dura, aventuras a todo color de 48-60 páginas, sin periodicidad fija.
Para el mercado francés se trataba de un experimento bastante innovador; recuerdo aun mi sorpresa cuando, durante mi estancia en París en 1994, he cogido alguno de estos volúmenes, traducidos de un modo más bien puntual aunque no excepcional, vagamente parecidos a los Oscar Mondadori (en los que , para los "nuevos héroes", se reúnen cinco episodios con un total de casi 500 páginas). El experimento se ha interrumpido después de dos años; sería interesante conocer las intríngulis de esta colaboración editorial, cuales eran los acuerdos iniciales entre Bonelli y Glénat , cuantos eran los números realmente previstos, cual ha sido el éxito de Dylan Dog y los otros héroes... Veamos más de cerca, de todos modos, algunas características de la colección. Los personajes. De la lista completa de volúmenes publicados resulta evidente el predominio de Dylan y Martin, a los cuales se reservaron seis números a cada uno; seguidos por Nathan con cinco números. A Nick le dedicaron solamente tres números: ¿escasa respuesta del público ante este personaje o decisión editorial ponderada desde el comienzo? Los títulos de los volúmenes. Cada volumen presenta un título en la portada, extraído de una de las aventuras presentes en el interior. Dicho título no se refiere necesariamente a la primera aventura o a la más "representativa" del volumen; basta pensar en el primer Nathan, titulado La fuerza invisible y no, como se podría esperar, Agente Especial Alfa.
Los autores. A continuación tienen el privilegio otros episodios "importantes", permaneciendo siempre (con la excepción de Nathan Never) en un ámbito estilístico uniforme en lo posible, reagrupando aventuras escritas en gran parte por los autores "históricos" (Sclavi, Castelli y Nizzi) e ilustrados por un solo dibujante. A destacar el éxito personal de Casertano y Roi, presentes ya sea con Dylan o con Martin. Las portadas. Claudio Villa ha sido el autor de casi todas las portadas, con excepción de tres de Nathan Never confiadas a Castellini. Para la ocasión, Villa a "re interpretado" las portadas originales (con resultados óptimos, como es costumbre) como lo hará a continuación para los Super Book de Dylan Dog. Las traducciones. Los títulos de los episodios son publicados literalmente en la práctica, con la única excepción de Diez años después que cambia a Los misterios de la Sagrada Familia. Los textos, en cambio (como ya se ha indicado), se traducen sin pena ni gloria; debemos sin embargo recordar que no es fácil traducir, por ejemplo, los contrasentidos y juegos de palabra de Groucho... La curiosidad. Imprescindible, para un lector francés, el n. 17 de la Colección, dedicado a Martin Mystere; en la aventura La hoz del druida aparece Asterix, auténtico "héroe nacional" del cómic al otro lado de los Alpes, en una entretenida interpretación bajo el nombre de Celerix. Las conclusiones. ¿Porqué solamente veinte números ? ¿Experimento interesante aunque solo parcialmente conseguido? ¿Ventas discretas pero no suficientes? Como decía al principio, sería interesante saber algo más, aunque también de los mismos lectores franceses... ¡Decídnoslo!
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