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Al contrario de lo que ocurre en otras naciones (por ejemplo, en Brasil), en España ninguna historieta Bonelli ha tenido nunca un gran éxito. Tratemos de conocer las razones.
Las historietas Bonelli en España por Ramon Aznar con la colaboración de Marco Gremignai (texto) y Fabrizio Gallerani (imágenes)
Julio de 1993: Nathan Never, atado a una extraña máquina, observa a la pequeña Ann, su hija, que se aleja.
Años atrás, había ocurrido lo mismo con otros personajes Bonelli, por ejemplo Ken Parker (que presentaba portadas inéditas) y Martin Mystere. Ni siquiera Nathan Never y Dylan Dog conseguirán alcanzar el éxito; por otra parte, no lo había logrado ni tan solo el cincuentenario Tex, publicado de un modo intermitente ya en los años 50, con el nombre de Texas Bill, o bien en tiempos más recientes.
¿Que ocurre en España con los "fumetti" Bonelli? ¿Cuales son las diferencias entre el lector de cómics español y el italiano?
![]() La portada de uno de los primeros Tex a "tiras"
1) El progresivo envejecimiento del público adicto a este género de historietas, público que no ha encontrado un relevo generacional. Ya no se leen cómics en España, como se hacía en los años 50/60 (con historietas tales como El Capitán Trueno, El Jabato, Aventuras del F.B.I., Hazañas Bélicas…). En aquél tiempo las historietas gozaban del interés de casi toda la familia, las leían tanto los padres como los hijos. Ahora, los video-juegos, la T.V. y los ordenadores, han ocupado el tiempo libre de las nuevas generaciones y la lectura se ha convertido casi en una carga o en una actividad reservada a la escuela. Los jóvenes no tienen mucho interés por los cómics clásicos y es por este motivo que dirigen su atención a los Mangas, o bien a las nuevas aventuras de los super-héroes americanos.
3) La calidad de los dibujos en las ediciones Bonelli no es siempre constante, debido a que - por tratarse de publicaciones de periodicidad mensual - los "fumetti" son realizados por un equipo de dibujantes y guionistas que no garantizan siempre el mismo nivel artístico. No se trata, en definitiva ,de cómics "de autor" donde se puede encontrar siempre el dibujante - creador del personaje. Este cambio de dibujo en cada número no ha permitido al público español aficionarse al personaje.
En definitiva, las razones del escaso éxito de los cómics Bonelli en España son estas. Tal vez haya otras, pero el resultado no cambia; los intentos de publicar historietas Bonelli en España no han ido más allá de una veintena de ejemplares por serie, dejando al coleccionista sin ninguna posibilidad de continuar con la lectura de las maravillosas aventuras de sus personajes favoritos.
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